Autor: Gustavo Colorado Grisales
Año: 2013
Editorial: Intermedio Editores
págs: 216
Idioma: Español
País: Colombia
“…Juntamos las palmas y dejamos que la sangre cayera en el vaso con la bebida amarga. Luego bebimos y empezamos a entonar una larga lista de nombres desconocidos para mí…”
Cada una de las crónicas que aparecen en este libro tiene como objetivo desentrañar el misterio que se esconde detrás de la figura del diablo y sus símbolos en la cultura colombiana. El autor empieza su ruta siguiendo el rastro de la explotación del oro como canal directo de las relaciones con "Belcebú", "Lucifer" o "Satanás" en búsqueda de protección contra los enemigos, las envidias, mezquindades o maldiciones. En esta ruta nos encontramos con un padre avezado en las prácticas del exorcismo, una bruja con habilidades extrasensoriales, un anciano que afirma tener un linaje musical marcado por Satán, un padre de familia que atribuye el suicidio de su hijo a una mediocre banda de rock, un propietario de un bar afectado por el nombre de su establecimiento: "Changó" e incluso una mujer que afirma haber sido violada por tres presencias demoniacas. Transversal a estos relatos se destacan algunas tesis muy interesantes. Una de ellas indica que el origen de la persecución de las brujas tenía todos los intentos de extirpar toda clase de reivindicación de la mujer en una sociedad predominantemente patriarcal: "Bajo esa óptica, el tribunal de la Inquisición poco o nada tendría de religioso, y sí mucho de herramienta de represión política". Finalmente, queda clara la simbiosis entre las fuerzas del bien y el mal, como caras de una misma moneda y su justificación mutua.